La Histeria del Ártico surge
entre los pueblos del polo norte como por ejemplo
los lapones y los esquimales en
Siberia, en Canadá, Groenlandia y en Alaska. El
trabajo más amplio sobre este
cuadro fue el de Foulks (1972), que lo dividió en dos
síndromes: 1) una manía imitativa
irracional que sólo se encuentra en Siberia;
2) un estado disociativo
frenético entre todos los grupos circumpolares.
Ambas formas vuelven al estado de
normalidad después del comportamiento
extraño. El paciente presenta un
cuadro semejante a una crisis conversiva que
conocemos: canta y da voces, como
“iah-iah-iah-iah-iah-ha” , se arroja a la nieve y
aún rompe sus ropas. ¿Estaría
imitando tal vez al delfín? ¿O poseído por una
convulsión? Diversas explicaciones
ya se dieron para el cuadro. Desde las
psicoanalíticas tradicionales
hasta las sugeridas por Wallace de que la causa serían las
deficiencias dietéticas.
Wallace afirma que los
esquimales, en determinadas épocas del año, tienen un
nivel de calcio muy bajo. El
calcio es el elemento esencial en la transmisión química
de los impulsos neurales y esta
baja dosis provocaría anormalidades en el
comportamiento.
Foulks, alumno de Wallace,
estudió el Pibloktoq para comprobar esa hipótesis
y concluyó que, aunque la
hipocalcemía sea compatible con el cuadro, la mayoría de
los esquimales que presentan la
crisis, poseían índices normales de calcio y por lo
tanto se descartó la hipótesis de
Wallace.
Foulks probó otras hipótesis,
como el influjo del día y de la noche que en los
polos son totalmente anormales en
el verano y en el invierno en relación a la fisiología
humana. Los esquimales a veces se
quedan días sin descansar en verano cuando el sol
no se pone y en la noche eterna
del invierno, ellos, a veces, hibernan. El autor
proponía la posibilidad de que
este ritmo atípico para el ser humano afectaría el
sistema nervioso central y
llevaría el individuo a la irritabilidad y a la excitación; sin
embargo no logró explicar el
Pibloktoq sin considerar factores predisponentes, como
por ejemplo, la patología
cerebral.
Al revisar diez pacientes observó
que sólo tres demostraban evidencia de
patología cerebral, lo que obligó
a que Folks considerara entonces los factores
psicosociales. Como causa común
descubrió que todos que tenían crisis estaban
amenazados o incapaces de
mantener un modo de vida que fuera gratificante
socialmente. La conclusión del
trabajo de Foulks muestra que el comportamiento
humano es determinado por
diversas causas y que no existe otra manera de estudiarlo
que no sea de una manera
abarcadora.
La tendencia al comportamiento de
tipo histérico de los esquimales se explica
por la relativa permisividad para
con los niños, con los cuales se busca evitar
cualquier frustración a través de
la dependencia y afecto. Los esquimales forman una
sociedad donde la cooperación
entre los individuos es esencial para su supervivencia,
debido a la dureza del clima en
que viven. Las alteraciones sociales terminan también
por generar conflictos y ofrecer
pocas opiniones para resolverlos. Tal vez el Piblokto
sea la única manifestación que la
población, principalmente la femenina, encuentre
para anunciar su malestar - el
comportamiento dramático que aguarda la ayuda de los
demás.